El oficio del ojeador de fútbol es algo apasionante, a la vez que duro y complicado. Poder vivir de ello no es una
tarea fácil, pero es una profesión que a quién realmente le gusta, es de las más gratificantes que existe. Como siempre, en nuestro blog iremos publicando artículos que veamos interesantes aunque
hayan sido publicado por compañeros de profesión o por profesionales de la misma.
El ojeador: José Luis Brotón, del Rayo Vallecano
Tienen un instinto innato para saber descubrir el talento. Son capaces de ver aquellos pequeños detalles de calidad que pasan inadvertido para el resto de los
aficionados. Son, en definitiva, los descubridores de las estrellas del futuro. Nos referimos a los ojeadores, esos personajes anónimos del mundo del fútbol, que cada fin de semana se dedican a
ver el fútbol de base, buscando nuevos diamantes que pulir. Hoy hablamos con José Luis Brotón, scouting del Rayo Vallecano, que en su día supo ver
la calidad que atesoraban jugadores de la talla de Borja Valero, Negredo, Cobeño…
¿Cuánto
tiempo llevas en el mundo del fútbol modesto y cómo llegas a ser ojeador?
Pues mira fue cuando mis 2 hijos empezaron a
jugar al fútbol. Como llegué a jugar en la AD Rayo Vallecano, ahí surgió la idea del señor Olmedo, que ha fallecido recientemente, y comencé a colaborar con ellos. Aparte de ver a mis hijos
jugar, veía a los rivales y ahí empezó el gusanillo por este mundo. De hecho Borja Valero fue el primer futbolista, el primer crío, al que pregunté que si quería, que si apetecía pertenecer al Rayo Vallecano.
¿Cuáles son
las funciones exactas de tu trabajo?
Entre semana realizar los informes de los jugadores que
has visto en los partidos del fin de semana. Estos informes los tiene el club para que se haga el oportuno seguimiento del jugador, ver cómo va evolucionando y valorar si hay opciones o no de
incorporarlo. Hay jugadores que se necesita verlos 3 ó 4 veces y otros enseguida te das cuenta de que pueden tener unas condiciones.
¿Qué se
requiere para ejercer esta función?
Nada. Mucho sacrificio y mucho trabajo. Yo, por ejemplo,
salgo de mi casa a las 8 de la mañana y llego entre las 20 ó 21 horas, depende de los partidos que me de tiempo a ver. Como sabes, el día tiene unas horas limitadas de fútbol y hay
muchísimos partidos. Yo, concretamente, veo desde benjamines hasta segunda división B.
¿Cuántos
partidos te puedes llegar a ver a lo largo de la semana?
Me veo unos 8 partidos de categorías inferiores y
los encuentros de las convocatorias de las selecciones territoriales.
Ese sexto
sentido para intuir que un jugador puede llegar a triunfar, ¿se nace con el, o es el resultado de la experiencia adquirida con el tiempo?
Al principio cuando empiezas a lo mejor no crees que
tengas esas cualidades. Lo que pasa es que muchas veces llegas a un campo de fútbol y al observar el comportamiento de los chavales, ya te das cuenta que alguno de ellos tienen pequeñas
cualidades.
Aparte de la
calidad, ¿qué es lo más importante para triunfar y vivir del fútbol?
Triunfar es realmente complicado. Al hablar con
distintos chavales y distintos jugadores te das cuenta que cada uno tiene sus inquietudes. No es lo mismo hablar con un benjamín, que es todo
ilusión, que con un juvenil que ya quiere ser profesional.
¿Qué
significa para ti ser un buen profesional?
La palabra profesionalidad implica muchas cosas. Bajo mi
punto de vista es mucha dedicación y que te guste. En nuestro caso los ojeadores lo mismo estamos viendo un partido a dos grados bajo cero que a
treinta y cinco. Vamos por los campos, y muchas veces comemos un bocadillo viendo el partido que toque. Es una profesión muy sufrida. Realmente se gana muy poco. Simplemente lo hacemos porque nos
gusta el fútbol. Es muy duro estar todos los fines de semana por los campos. Eso sí, se compensa con la satisfacción que te da el conocer a muchos
futbolistas y a muchos padres. Me quedo con que haces muchos amigos dentro este mundo.
Y, ¿cómo
explicas a un chaval que empieza, qué es ser un buen profesional que se quiere dedicar a esto?
Hay chavales que lo llevan dentro. Desde muy pequeños
ellos saben más o menos que tienen condiciones. Lo que tenemos que intentar nosotros es que ellos no piensen que van a vivir de esto. Lo que se trata
es que una vez que hayan firmado por un determinado club vayan evolucionando para que el día de mañana algunos puedan llegar a ser profesionales.
El Rayo
Vallecano es un buen espejo en el que mirarse…
En efecto. El Rayo es uno de los clubs que digamos más
gente saca de la cantera. De hecho hay muy buenos jugadores en primera división que han salido de la cantera del Rayo Vallecano.
¿Qué se
siente cuando un jugador por el que has apostado termina saliendo adelante?
Se siente mucha satisfacción y mucha alegría al ver que
todo el trabajo que realizas tiene su recompensa al verles llegar arriba. Una de las cosas que más me alegra es que, nada más verte, vienen a saludarte y a hablar contigo. Les inculcas el saber
estar en la vida e intentar que sean, además de buenos profesionales, buenas personas.
Tú eres un
claro defensor de la cantera, ¿Qué opinas de esos fichajes de jugadores extranjeros que en muchos casos no han demostrado nada a nivel profesional?
Ése es un mal que existe desde que yo jugaba al fútbol.
Evidentemente siempre se valora más a los de fuera, aunque muchas veces, técnicamente, tengan menos calidad que la gente que tenemos nosotros aquí. Antes venían 3 ó 4 extranjeros con
muchísima categoría. Ahora es prácticamente al revés, los que llegan son casi todos de fuera y tenemos muy pocos españoles.
Y eso que el
fútbol español está de moda y domina…
Somos campeones del Mundo o de Europa en casi todas las
categorías y, sin embargo, a estos chavales les cuesta mucho trabajo abrirse paso. Viene cualquier chaval con 18 años de fuera y por ser argentino o
brasileño, tienen más oportunidades, se les paga mejor…Y la inmensa mayoría de estos chavales no triunfan. ¿Quiénes triunfan? Pues chavales como Iniesta por medio de los torneos que se
organizan. Son críos que son futuras promesas y les cuidan. Sin embargo, tú te vas a Argentina a por un Kun Agüero y te vale un montón de millones de
euros, cuando tenemos aquí a gente con 15 ó 16 años, como, por ejemplo, ahora pasa con el caso ahora de Óliver...
Es la ventaja que tenéis vosotros que conocéis la trayectoria de un
chaval desde sus orígenes...
En efecto, tal y como ha pasado con jugadores que ya están en la élite como, por
ejemplo, con Iker Casillas, Soldado, Negredo… les conocemos desde que tienen 10 ó 12 años y les vemos crecer. El ejemplo que te ponía antes de
Oliver, si viniera de fuera, costaría un montón de millones, pero aquí, sin embargo, a nivel profesional- económico no valen tanto. No se les paga lo
mismo, ni se les da las mismas oportunidades…
¿Qué consejo
darías a los más jóvenes que empiezan en esto del futbol y saben que en muchos partidos hay ojeadores como tú observándoles cada domingo?
Pues que se tienen que sacrificar mucho. Si uno es un
buen jugador, no hace falta representante, no hace falta muchas veces que le miren porque esa calidad es innata y se le ve. Lo que hay que intentar
es explotar, y enseñarle a los que, en teoría, en ciertas edades tienen unas condiciones. El objetivo es que, poco a poco, vayan haciendo un aprendizaje de cara a años siguientes. El reto es que,
año a año, el crío vaya mejorando. Se dan casos de jugadores que a lo mejor no progresan mucho, pero luego son los que terminan llegando. Y sin embargo, los que se pensaba que tenían más
condiciones, más de uno se han ido quedando. O sea que nadie sabe quién va a terminar llegando y quién no.
¿Llegan lo
mejores o los que saben aprovechar su oportunidad?
Creo que es estar en el momento justo y en el sitio
adecuado. Recuerdo, por ejemplo, de mi época a un jugador como Camacho que no tenía unas condiciones especialmente destacadas para triunfar, pero supo aprovechar el momento cuando le subieron. A
pesar de que parecía que no iba a lograrlo, poco a poco, se hizo futbolista profesional y llegó a ser
internacional. Y sin embargo, se dan otros casos de futbolistas que se lo toman muy en serio, que se sacrifican, que realizan un gran esfuerzo y no logran llegar a veces, por ejemplo, porque les
tapa gente que los clubs consideren que tiene más posibilidades.
¿Cuántos
casos conoces de jugadores que teniendo actitudes para triunfar se han quedado por el camino por no saber cuidarse y estar centrado?
Pues casos concretos, conozco pocos. Sí los hay. Pero
creo que hoy en día teniendo una buena base y un poco de sacrificio… pero lo importante es que no corran. Hay muchos chicos que hacen 2 partidos buenos y ya quieren jugar en primera división. Se
piensan que es ir a jugar al fútbol y que van a llegar… Por eso lo primero que se les enseña es que es van a llegar muy pocos y lo que se trata es que vayan mejorando, que se
diviertan para ver el que más llega. Aquí en el Rayo Vallecano han llegado muchísimos canteranos al primer equipo. Te puedo dar un montón de
ejemplos, desde la época en que jugaba yo hasta en estos momentos. Ahora mismo en el segunda B tienes el caso de 4 juveniles con muy buenas
condiciones. De hecho uno de ellos es el hermano de Manquillo, el lateral derecho del Atlético de Madrid que está con nosotros hace 4 ó 5 años y que es delantero y tiene unas buenas
condiciones.
Y no podemos
dejar de hablar de los que llegan a primera…
En primera división, últimamente, por ejemplo, ha debutado Leo
Baptistao que es un chico que vino de Brasil con 13 ó 14 años. Lleva como 5 años en el Rayo y vino a jugar muy jovencito y es uno de los casos que ha
terminado debutando en primera.
El fin de semana siguiente en Sevilla debutó Rubén Ramiro que lleva desde que es alevín en el Rayo Vallecano. También te puedo hablar de Jorge Sáez, Ismael, Negredo… De la época nuestra
Ángel, Escribano, Nieto, Bustamante, Lastra… es que salían muchos.
El mejor
ejemplo de la implicación del Rayo con su cantera…
Siempre ha habido una complicidad en el Rayo Vallecano
con la cantera. Por nuestros medios no podemos traer gente de fuera y trabajamos con todo lo que es la periferia de Madrid y los sacamos de clubes humildes para ir enseñándoles este oficio. Cualquier equipo del Rayo Vallecano es competitivo. A nosotros nos cuesta mucho sacrificio, ésa es la
diferencia.
¿Qué opinas
de que los representantes dirijan la carrera de los jugadores con cada vez menos edad?
Es un tema que no se muy bien cómo darte una orientación. Hay chavales
que a lo mejor se quedan sin padres, el representante le lleva desde muy pequeño y si el niño no explota, le dejan colgados...
Lo que se sale de contexto es que hay veces que a lo mejor vas a hablar
con los padres y te dice un crío en edad de infantil que no hable con sus padres, que hable con su representante. A esa edad, con 12 años, que te digan que hables con su
representante...
¿Y qué ocurre? Se dan casos que en el momento que el
chaval no juega, a veces el representante va a hablar a los clubs y es un engorro.
¿Y de esos
padres que no comprenden que esto es un deporte y que desde pequeños meten a sus hijos una presión extra?
Ese es el problema el entorno que pueda tener un jugador
a ciertas edades. Los padres siempre piensan que su hijo es el que va a llegar y que tiene que jugar y no ven nada más. Aquí lo que se intenta que sean un equipo, que sean compañeros y el que
haya respeto entre todos. Muchas veces los mismos padres les dan una palmadita cuando hacen un buen partido y a la semana siguiente hacen un mal partido y ya no les adulan. Cuando lo haces bien
tienes a 10 padres alrededor, cuando lo haces mal sólo están sus propios padres. Una de las cosas que les decimos es que sean buenos estudiantes. Nosotros, por ejemplo, les pedimos notas. Porque
pocos podrán vivir del fútbol.
¿Cuáles son
los pasos a seguir cuando, por ejemplo, ves que un chaval tiene posibilidades?
Cada maestro tiene su librillo. Siempre intento verles,
tanto fuera como en casa. Porque en casa los equipos siempre aprietan más. Si, por ejemplo, estás viendo a un defensa, lo lógico es que lo veas fuera
de casa porque en teoría van a tener mucho más trabajo. Igual pasa con los porteros. Siempre se les ve 3-4 veces… Habitualmente se intenta contactar con los clubs y se les comenta a los padres o
a la persona que los lleve que nos interesa, y que si les gustaría incorporarse al club. Ellos son los que deciden. Pero esto no pasa en edad juvenil porque ahí tienen unos contratos, unas fichas
que firman 3 años más 2 de retención, si el club está en liga nacional. Ahí tienes que trabajar de club a club.
Supongo que
en la tercera como tal será difícil encontrar nuevos valores porque estará muy trillada…
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Miguel (domingo, 28 enero 2018 15:58)
Hay lateral derecho alevines el el Colmenar de Oreja en Madrid muy bueno se llama David la semana que viene juega a las 16 en casa. Vayan a verlo.
Paco (jueves, 10 octubre 2019 23:16)
Buenas, en el CADETE ANDALUZA DEL ANTONIO PUERTA (Sevilla) hay un central zurdo que además juega de lateral de más de 1.80 que merece la pena verlo.